Mi nombre es Tonny Bautista, a finales del 2010 fui
diagnosticado con Insuficiencia Renal Crónica, como la mayoría de los
dominicanos, no le daba importancia a la cuestión de la salud. Recuerdo que
comía y tomaba lo que quería y llevaba una vida despreocupada y sin pensar en
asuntos de salud. Comencé a experimentar síntomas extraños en mi cuerpo: dolor
de cabeza, náuseas, fatíga e hinchazón en algunas partes del cuerpo. Cuando fui
al médico ya era tarde, muy tarde; la única solución para seguir viviendo fue
la Diálisis. Por eso entré a un programa de hemodiálisis, 3 veces a la semana,
tomar medicamentos para controlar mi presión arterial y seguir una dieta
estricta.
Al igual que mucho no tenía idea de lo que era darse Diálisis,
no sabía que significaba Insuficiencia Renal Crónica, Creatinina, Uréa y otros términos
relacionados.
Recuerdo que una de las primeras dificultades era la
falta de información sobre la enfermedad y la poca información que podía
obtener eran en su mayoría negativa, en mi país, República Dominicana, tener
esa enfermedad era prácticamente una condena de muerte. Las expectativas de
vida de un paciente renal son en promedio de cinco (5) años. El 80% mueren en el primer
año.
En mi ciudad, La Romana no había centro de diálisis público, por lo tanto tenía
que trasladarme a una ciudad vecina para poder darme el tratamiento en lo que
gestionaba el seguro para poder dializarme en mi pueblo. Tener que trasladarme
a otro pueblo era una carga económica extra, ya que cuando comencé la
enfermedad estaba desempleado, cosa que
empeoraba más mi situación.
Buscando información en la Red, para tener más
conocimiento de mi enfermedad, encontré una página en Facebook, SI, SOY
PACIENTE DE DIALISIS. En este sitio tuve la oportunidad de conocer y compartir
con personas que tenían bastante tiempo sufriendo esta enfermedad, que se
habían trasplantado y otros que estaban en diálisis.
Tratar con personas con mucho tiempo en diálisis me dio otra perspectiva
de la enfermedad. Había comprendido que si llevaba la enfermedad de manera
correcta podía vivir mucho más tiempo, que las expectativas de vida de cinco
(5) años. Tenía que ver con las carencias típicas del sistema de salud del país,
de las condiciones físicas del paciente, de la facilidad de adquirir los
recursos para costearse los análisis y
estudios que son necesario para un buen seguimiento, que tenía que ver mucho la
forma en la que asumiera el proceso y
otros factores externos a la misma enfermedad.
Tome la decisión de luchar, por mis niños, por mi
familia, por mi…
Siempre participaba en los foros, cuestionando a los
pacientes, específicamente a Luis
Alberto Reyna, que es una especie de “Dr. House”, quien tenía la respuesta
adecuada para todas mis inquietudes, dándonos cátedras en sus escritos y otros que con sus experiencias, vivencias,
anécdotas me ayudaron a reorientar mi proceso.
Una de las decisiones que tome fue comenzar el proceso
para entrar a lista de trasplante cadavérico. Cuando comencé el proceso los
médicos vieron que mi función renal había mejorado considerablemente (20.07%) y
decidieron que yo saliera de diálisis, eso fue en mayo del 2012. Como es
natural eso fue un gran impacto en mi vida y me di cuenta que si se podía.
Desde entonces hemos estado fuera de diálisis,
haciéndonos análisis y evaluación, prácticamente todo los meses, seguimos en
lista de trasplante, pero en mi país, la prioridad son los pacientes que están
en diálisis y que necesitan un trasplante con urgencia.
He visto morir más del 90% de mis compañeros, muerte
que quizás se hubiesen podido evitar, la mayoría por descuido, por no tener los
recursos para comprar una pastilla o ponerse un catéter.
En vista de la situación tan difícil me he involucrado
en trabajar con pacientes renales, a través de la Asociación que estamos
formando, pero mientras eso llega, nos mantenemos orientando y acompañando a
los compañeros en lo que esté a nuestro alcance ya que a través del grupo de SI,
SOY PACIENTES DE DIALISIS, he descubierto que la información es poder, que la
orientación adecuada. Es un gran instrumento que puede salvar vida, creo que
soy un testimonio de eso.
Ser pacientes renales es difícil. Nuestras vidas
cambias, dependemos de una máquina para sobrevivir. Muchas veces no tenemos los
recursos para llevar todo el tratamiento de manera correcta, entre otras
situaciones que nos afectan.
Yo cada vez que pienso en un compañero que está en
diálisis lo veo como un guerrero y lo admiro, porque lo sé por mi experiencia
que esto no es fácil. Esto no ha sido fácil porque no tengo los recursos para
llevar una enfermedad de alto costo, pero he encontrado la solidaridad de un
grupo de amigos, familiares y relacionados que se han involucrado en mi proceso,
apoyándome de manera económica para hacerme la carga menos forzada.
Espero que estas líneas, puedan ayudar a otros a
aferrarse a la vida, a no desmayar y a pensar que si se puede.
Gracias por leer y por la oportunidad de compartir
esta mi experiencia.
Tonny Bautista
República Dominicana
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